17 marzo, 2006

Cuando el corazón late...


Cuando el alma mengua
y los sueños se marchitan
cuando los amigos no abrigan
y las madres envejecen
entonces el corazón no late:
se queja.

Cuando el amor se compra
y los últimos suspiros se rematan
cuando las manos se arrugan por tanto ocio
y los pies permanecen envueltos en una caja
entonces el corazón no late:
se oxida.

Cuando los miedos forman un ramillete
y ganan la guerra en cada amanecer
cuando la inseguridad reinay las manos tiemblan
el corazón no late, entonces
porque le teme a la sangre.

Cuando la semilla muere para dar vida
y un salmón, corriente arriba, por lo mismo
cuando la madre besa por última vez al hijo
y el carpintero muere, traicionado por dos maderos,
es que entonces el corazón late,
late de vergüenza.


Mendoza (otra noche de sábanas ásperas)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Realmente, entre el poema anterior y éste, me he estremecido. Te abrazo fuerte.