20 marzo, 2006

Boceto de una identidad secuestrada


Despierto de un sueño
camino en penumbras
miembros rígidos
sangre espesa, pesada
ojos entornados
voz arenosa, áspero esfuerzo fallido.

Trato de llamarme, me busco
ajeno suena mi nombre,
impropio lo tan mío.

Busco un rostro
lo descubro en un estanque
un reflejo pero no el esperado.
No es el Yo de antes del sueño
es Otro.

Corro, caigo, lloro
desconsuelo, angustia, enajenación
identidad secuestrada, sombra ajena.

Camino llano, monótono
ni luna, sol o estrellas
ni flores, piedras o huellas...
ni siquiera ella o su aroma.
Sólo una vibración:
el lápiz que sigue trazando
el boceto de mis días.


Buenos Aires

(el lápiz tiene la punta bastante roma por estos días, parece)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué bueno que dejes ir tus penas, aunque sea con un lápiz de punta roma! Sólo un buen jinete de estrellas puede soltarlas al viento, hacerlas correr por el cielo, tal vez se hundan en el corazón de alguna estrella y se transformen en luz...
Besos tiernos para este incansable viajero.