Ayer se recostó en el amor
y hoy se despertó congelado,
cubierto por hojas resecas,
los párpados, sellados,
los oídos, tapiados,
las manos ansiosas...
el corazón detenido mientras
el vacío marcando el ritmo
y tu ausencia...
ocupaba toda la habitación...
No. Ya no queda(ba) más espacio
para el amor...
Ahora, sólo quedó la realidad gritona
que con sus aristas afiladas
lacera el recuerdo oxidado
y mantiene los surcos profundos
y la sangre, sigue emanando...
¿A dónde va el amor cuando muere?
¿Dònde se entierra el recuerdo
mientras aún respira?
Solo Israel se quedó,
acariciando una foto vieja,
escuchando impotente
una y otra vez al amor
gritando, desesperado,
lejano,
desfigurado,
ego(ísta)...
desde otro lado.
2 comentarios:
Que los muertos entierren a sus muertos. Y que vos nunca entierres tu amor. Deja morir al que no te corresponde así germina uno nuevo ;)
sigo por acá..leo.. me hago eco. Hay tiempos más complicados que otros, es así. Abrazo inmenso en palabras.
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