20 junio, 2015

Desengaños y añoranzas

Transcurre en vela la noche
y al pensarte, duele...
crece el abismo... hiela 
el vacío, moreno centinela. 
Escuece la ausencia
de un rostro desfigurado, oxidado.
Soberbio prejuicio
de un alma susceptible 
que, ingenua, despliega sus espinas
y protegiendo su orgullo,
se desangra,
tibia y paciente,
congelándose, 
solitaria espera
atenta para oír tus pasos.
Ironía de un amor prematuramente herido,
Silencio que doblega, 
me condena 
a permanecer de pie, 
a ciegas,
solo,
en des-vela.

Desbocada ansiedad de saberte tan lejos
que se desvive por saborear tus vértices
habitar tus valles...
aprender tus pausas...
amanecer con tus cadencias.

Ah...desandar deshoras a tientas, 
descuidados intentos,
atolondrado, obsesionado por besos 
nunca concretados, deseos 
traidores que encerraron tu recuerdo, vivo
y lo embalsamaron, untándolo con olvido
asfixiándolo con la certeza de un malentendido...

Peregrinar de horas, presas
segundos encadenados, 
que impacientes, 
devorándose sus propias falanges,
se lamentan por su suerte
infortunados ángeles idiotas 
que conspiraron para dejarte ir.

Retoños de sueños,
cuidadosamente cultivados
pero quebrados, hemipléjicos
por la certeza de haberte alejado, 
con rotundo éxito,
por la maldita y vil franqueza
de un corazón imberbe, 
suicida lengua, 
vocación idiota de no callar.

Lampiña sutileza al acariciar tus contornos,
explorando ambas dimensiones,
que, anhelando la profundidad de la tercera,
llora al toparse con el muro mudo
de tu silencio,
eterno.

Hoy llegó el invierno.
Me lo dicen mis huesos
que resignaron ése, tu último aliento 
te saludan, 
te despiden
respetan tu distancia,
pero de reojo te esperan,
fieles, pacientes, latiendo.


Buenos Aires, tarde eterna, gélido prólogo de invierno 

1 comentario:

Analía dijo...

Veo las luces prendidas y entro, y voy a dejar señal de vida, solo eso.

Jinete...Nicolás...el invierno es "camino a primavera"; no hay que perder esa mirada. Aunque venga duro, y haya que pasarlo, claro.

Abrazo! siempre es lindo leerTe los latidos.