05 marzo, 2006

Reflejo encadenado, Dios de estampa


A veces pienso, Señor:
"¡Qué admirables son tus obras!"
Y en mi ego me repito:
"soy un digno hijo suyo".

¿Soberbia, orgullo, vanidad?
meros vocablos que se quedan cortos.
Deseos de divinidad que al final
doblan rodillas omnipotentes
agobiando con su peso,

No es peso de Cruz:
es una carga autoimpuesta;
no es corona de espinas
es flagelo, masoquismo,
lobo con piel de cordero.

Lengua bífida, vientre gastado,
mentiras dulces, pegajosas
horizonte oscuro. Incertidumbre.

"Yo puedo, yo, soy capaz:
destruyo al mundo con un dedo
para en 3 días rehacerlo
más hermoso, más justo, más mío.

Yo sólo, yo, perfecto
oídos tapados, ceño fruncido
presión, exigencias, frustración.
Dios a medida, Padre de estampa.
Reflejo cansado, encadenado
cruel realidad:
aceptar mi humanidad.



Mendoza, 05-03-2006

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como siempre: excelente!!! Un fuerte abrazo y besos.